
Hasta casi los años 80 para sacarse el permiso de conducir en España una mujer debía pedir permiso a su padre si no estaba casada, o a su ya marido. Aún hoy muchos se sorprenden al ver a una mujer al volante y más aún si ésta surca las calles sobre dos ruedas.
Por esta razón, es necesario que días como hoy nos acordemos de las grandes pioneras y luchadoras que han abierto y siguen abriendo camino, a las mujeres en el mundo del motor en nuestro país.
Desde la primera mujer en conducir un coche, la novelista, poeta y activista Emilia Pardo Bazán, en 1904, hasta las más de 11 millones de conductoras actuales que hay en nuestro país según el último dato recogido en el censo de conductores de la DGT, ha pasado más de un siglo pero aún queda mucho por hacer. Por ejemplo, la cifra de hombres que conducen es más del doble que las mujeres, ya que suman más de 26 millones.
Pero esta batalla por la igualdad no solo se vive en las calles, sino que también se traslada a la élite de los deportes de motor, un coto tradicionalmente masculino. Uno de los últimos y más importantes hitos ha sido la consecución de un campeonato mundial de motociclismo: Ana Carrasco ganó el 2018 World Supersport 300 Championship. Nunca antes una mujer había ganado un título mundial de motociclismo. Poco a poco van cayendo barreras gracias a mujeres como Laia Sanz, María de Villota, María Herrera o Carmen Jordá.
Por eso desde #EnLaCarreteraCervezaSIN no solo queremos poner el foco en las mujeres que destacan en deportes de élite, sino en las que día a día normalizan la presencia femenina en la carretera, aquellas que salen de ruta con su moto, a las que viajan solas, las que recorren kilómetros y kilómetros conduciendo su coche, las que van en bici al trabajo… ¡Gracias a todas ellas y feliz Día de la Mujer!