
España está llena de paisajes y rutas por descubrir que tienen aún más encanto con los árboles nevados, el frío en la cara y el sol de invierno pegando con fuerza. La bajada de las temperaturas y el inicio del invierno trae con sigo una oportunidad única para disfrutar de la naturaleza en estado puro, conocer de cerca pueblos que usualmente no aparecen en las listas de más famosos y en los que podremos tomar una cerveza SIN mientras nos empapamos de sus costumbres. Así que, si este invierno quieres disfrutar de una buena ruta, ¡este post es para ti!
El Pirineo aragonés
Es verdad que, si hablamos de los Pirineos, lo primero que te vendrá a la mente será la nieve y las pistas de esquí. No obstante, este enorme paraje está salpicado de pueblecitos de montaña muy pintorescos y llenos de encanto. Por ejemplo, Aínsa, Torla, y Loarre son lugares de interés ya que conservan una estética medieval y algunas de las fortificaciones más impresionantes y mejor conservadas en toda España que merece mucho la pena visitar, parándonos a degustar una buena cerveza sin alcohol. Pero si nos tenemos que quedar solo con uno, no podemos dejar de recomendarte pasar por el pueblo de Cerler, perteneciente al municipio de Benasque, que además es el más alto de toda la zona, a más de 1.540 metros de altura. ¿Cómo sabrá una cerveza desde ahí?
Sierra Nevada
En Sierra Nevada podemos encontrar miradores naturales y cumbres blancas durante casi todo el año, y dejarnos conquistar por las cervezas SIN de la comarca. La ruta por la Alpujarra, que se asoma al Mediterráneo, es una de las rutas más bonitas que poder hacer por unas carreteras que además están bien asfaltadas. Hay una multitud de pueblos en los que detenerse, pero uno de los más impresionantes es Soportújar, conocido como el pueblo de las brujas. Ahí podemos visitar la Cueva del Ojo de la Bruja, el Puente del Encanto, y el Mirador del Embrujo, que ofrece unas vistas espectaculares. La historia de su gente está muy ligada a la repoblación por gallegos durante el siglo XVI, que trajo como consecuencia un montón de leyendas y tradiciones con la magia como protagonista.
Gredos y Valle del Jerte
En Gredos podemos apreciar hermosas vistas, con cumbres blancas esparcidas el horizonte. Está cerca de Madrid, por lo que, si eres de la capital, es una escapada perfecta para un fin de semana de invierno. Además de famosas paradas como El Escorial y su monasterio, en la Sierra de Gredos se puede conocer de cerca la historia de Castilla a través de estos pueblos. Un pueblo que debe ser visitado en el Valle del Jerte es Tornavacas, una localidad destacada por sus balcones adornados con flores y la iglesia barroca de Nuestra Señora de la Asunción, que bien merecen un paseo antes de sentarse a disfrutar del ir y venir de la gente junto a una cerveza SIN.
De Tarifa a Conil
Una ruta que adquiere cada vez más popularidad en invierno es la que va de Tarifa a Conil: el recorrido permite disfrutar de pueblos como Zahara de los Atunes, Barbate o Bolonia. Gracias al buen clima de la zona, se puede visitar alguna de sus playas y disfrutar de un paseo por la orilla antes de tomar una cerveza SIN con algo de picar; no hablamos de chapuzones, porque estamos en invierno, aunque le dejamos la sugerencia a los más osados. Un pueblo que destaca en este recorrido es Vejer de la Frontera, a 12km de Conil. El pueblo amurallado esta repleto de calles estrechas, fachadas blancas, tonos azules y unas vistas impresionantes.
Los Picos de Europa
Los Picos de Europa es conocida como una de las mejores rutas en coche por España en invierno, con un paraje sin igual por el Parque Nacional. Rutas para hacer senderismo de todos los niveles, recorrer la zona en bicicleta y detenerse en sus miradores espectaculares como los que ofrecen los pueblos de Comillas o Suances. Sin duda, no podemos dejar de mencionar el visitar, quizá con algo más de tiempo, los Lagos de Covadonga, para disfrutar de la naturaleza y sus paisajes en esta zona, salpicados siempre de animales en plena conexión con el entorno. Y después, nada mejor que un buen cachopo acompañado de una cerveza SIN en Cangas de Onís, por ejemplo.